Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales, Queer, Intersexuales….la riqueza de la diversidad sexual y de género.
LGTB, TLBQI, diversidad sexual…
La diversidad sexual y de género tiene que ver con el amplio abanico de posibilidades de sentir nuestros afectos, nuestra identidad, nuestro género y orientación sexual; es decir, hace referencia a la manera que tenemos de vivirnos, de orientar nuestros deseos, nuestra identidad. Una manera usual de describirlo es a través de las siglas LGTB o también TLGBQI o que nombra a las personas que somos lesbianas, gays, trans, bisexuales, queer o intersexuales – son solo algunas maneras de describir la riqueza de la diversidad sexual-.
“Diversidad sexual y de género” o “TLGBQI” pueden parecer palabras complejas y sin embargo describen algo evidente: no hay dos personas iguales; cada persona ha construido una manera de definirse, de sentir su sexualidad y vivenciar su género.
La LGTBfobia, TLGBQIfobia, homofobia y sus consecuencias.
Que hasta ahora no lo hayamos nombrado tiene que ver con una serie de condicionantes históricos y sociales. Estos condicionantes son herencia de un pasado en el que la sexualidad era un tabú. Las sociedades históricamente han dado más poder o dignidad a algunas personas debido a su sexo, raza, clase social, etc. De ahí que tradicionalmente el hombre blanco, heterosexual, de sociedad occidental y clase alta, haya sido el sujeto más respetado y al que se ha dado más poder a nivel social. Estas ventajas que la sociedad otorga, cambian si por ejemplo en vez de hombre la persona es mujer, su raza es negra, y su clase social es baja. Lo mismo ocurre con la identidad y la orientación sexual: si la manera de sentirse, amar y expresarse como persona, hombre, mujer, u otra forma de identificarse, no se ajusta a lo marcado tradicionalmente por la sociedad, esta persona puede sufrir castigos y rechazo. Si no somos como la mayoría “normativa”, es más fácil que en algunos entornos podamos sentir vergüenza, la necesidad de escondernos por miedo a recibir agresiones y rechazo. Esto lo podemos encontrar no sólo en entornos ajenos sino también dentro de entornos propios como la familia, amistades, pareja, escuela, instituto o trabajo. Es lo que se denomina homofobia, LGTBfobia o TLGQBIfobia: el rechazo que se ejerce por motivo de la diversidad sexual y de género de una persona.
Lo errado son los prejuicios, no la diversidad.
Es muy importante tener en cuenta que el problema no es la diversidad en la manera de vivir nuestro género y sexualidad, ya que como sabemos la diversidad es algo inherente al ser humano, cada cual tenemos nuestra manera propia de sentir, vivenciar y expresarnos- cada persona es única en todos sus aspectos-. El problema sí son las desigualdades sociales en base a creencias estereotipadas y prejuicios que discriminan a algún sector de la población. Por eso es importante darnos cuenta que la vergüenza o rechazo interno que podemos vivir por nuestra propia diversidad y que llamaríamos comúnmente homofobia interiorizada es fruto de haber crecido dentro de estos prejuicios y estereotipos.
Podemos vivir conflicto entre nuestra manera de sentir y lo que otras personas esperan de nosotras pero es importante saber que no hay nada errado en nuestra manera de desear, vivenciar y expresar nuestra identidad, género u orientación sexual.
Es por ello que el apoyo psicológico ofrece un espacio de trabajo personal y familiar que estimula la comprensión de que el problema surge a partir de los estereotipos y prejuicios que mantienen la TLGBQIfobia y que puede tener como consecuencia daños a nivel emocional y de salud general. El trabajo psicoterapéutico favorece que toda persona y nuestras familias, podamos comprender la diversidad sexual y de género, nutriéndonos de la riqueza de las maneras de vivir nuestros afectos.
-Belén Pizarro-